-en el hipotético caso de que yo, no fuera yo-

Si yo, no soy yo...¿Por qué sabes quién soy?
Hm, Hora de volver a casa.

Mierda, ¿dónde habré metido las llaves?

-supongamos que hoy no es mi día-

Vale, aún queda un poco hasta llegar a la puerta, seguro que está en el bolsillo del pantalón. -llevo falda, soy tonta-

Mierda, mierda, que no están. Bueno no es un problema, se las pido al portero, que tiene copia.

Oh no, no, no. El portal está cerrado -el portero no está, necia idea por mi parte pensar que el portero puede estar un viernes a la 1:30 de la madrugada.-si el portero no está, no hay llaves y si no hay llaves, no entro en mi casa.

Salvada, alguien viene, podré pasar la portal, uf. -por favor que tenga llaves.-

¡VENGA YA! ¿Qué es esto? No puede ser, esa señora no se fía de mi, que piensa que voy a entrar a robar ¿o qué? ¡QUE VIVO EN ESTE EDIFICIO!-Tampoco visto tan mal para que piensen que puedo llegar a cometer un delito.-Que mente tan mezquina.

Bueno, al final he pasado, pero sigo sin llaves. Esta bien, cara con cara, frente a la puerta, pienso múltiples ideas que podría hacer para entrar a casa. -no se me ocurre nada.- 

¿Pero sabes qué? Que me da una pereza... que ya mejor me espero hasta mañana. -no tengo otra cosa mejor que hacer.-