Yo no sonrío al buen tiempo, yo le sonrío a los buenos acordes y a los riffs más difíciles.
¿Conoces ese estado que te entra cuando no aguantas más y tienes que sacarlo todo de alguna manera? Pues te felicito, has llegado a mi nivel. Me encanta la adrenalina que recorre mi cuerpo que se que no puede escapar.
Miro al cielo y no veo el sol, no me fijo en lo bonito que es el cielo, me fijo en lo poco que valgo en comparación con todo eso. Miro hacia el frente y no veo un bonito horizonte, veo personas que no saben vivir, llorando y quejándose de su día a día. La rabía se apodera de mis manos cerradas en puños agarrando los picos de mi camisa con fuerza. El fuego está en mis pies, y mis pupilas dilatadas, que no hay nada que me guste más. Realmente, eso es la música, es lo que me quema, es ese fuego que nunca se apaga y esa adrenalina sin racionar.
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