Llegar a mi taquilla, meter las cifras correctas y dejar todos los libros. Ya de paso me quedo un rato mirando todos los posters y cosas que tengo pegados en ella. Suena el timbre.
Salgo, ver a todos los jugadores de rugby entrenando, a las chicas observándoles, las animadoras con sus cortos uniformes, ensayando piruetas y volteretas y giros y pasos de baile.
Me voy con mis cascos rojos al cuello.
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